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Las úlceras por presión, también conocidas como escaras, son lesiones en la piel y los tejidos subyacentes que ocurren como resultado de una presión prolongada sobre la piel.
Estas heridas son comunes en personas de edad avanzada que tienen movilidad limitada, lo que puede llevar a complicaciones graves si no se previenen adecuadamente.
Las úlceras por presión se desarrollan cuando la piel y los tejidos subyacentes se dañan debido a una presión constante sobre una superficie dura.
Esto reduce el flujo sanguíneo, privando a la piel de oxígeno y nutrientes necesarios, lo que lleva a la muerte del tejido y la formación de heridas abiertas.
Las personas mayores, especialmente aquellas con movilidad reducida o que pasan mucho tiempo en la cama o en una silla de ruedas, son más susceptibles a desarrollar úlceras por presión.
Otras condiciones como la diabetes, la mala nutrición y la incontinencia también aumentan el riesgo.
Prevenir las úlceras por presión requiere una combinación de atención regular y medidas preventivas específicas. Aquí hay algunas estrategias clave para prevenirlas:
Mover y cambiar de posición al paciente regularmente es fundamental. Se recomienda cambiar de posición al menos cada dos horas para aliviar la presión en áreas vulnerables.
Existen colchones y cojines diseñados específicamente para distribuir el peso de manera uniforme y reducir la presión en puntos críticos. Estos dispositivos pueden ser muy útiles para prevenir úlceras por presión.
Mantener la piel limpia y seca es esencial. Usa productos suaves y evita frotar la piel con fuerza. Además, hidratar la piel regularmente ayuda a mantener su elasticidad y resistencia.
Una dieta balanceada y rica en proteínas, vitaminas y minerales es crucial para la salud de la piel. Los suplementos nutricionales también pueden ser beneficiosos para aquellos que tienen dificultades para consumir suficientes nutrientes a través de la dieta.
Realizar evaluaciones regulares de la piel para identificar áreas de enrojecimiento o signos tempranos de úlceras es importante. Detectar estos signos a tiempo permite tomar medidas preventivas antes de que se desarrollen úlceras graves.
Los primeros signos de las úlceras por presión incluyen enrojecimiento, calor, hinchazón y sensibilidad en la piel. Si notas alguno de estos síntomas, es crucial actuar rápidamente para evitar que se conviertan en úlceras abiertas.
Si una úlcera por presión ya se ha desarrollado, es importante buscar atención médica de inmediato. Un profesional de la salud puede proporcionar tratamiento adecuado, que puede incluir limpieza de la herida, uso de apósitos especiales y posiblemente antibióticos para prevenir infecciones.
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