Cuando llega el momento de tomar decisiones sobre el cuidado de un adulto mayor, muchas familias argentinas se enfrentan a una disyuntiva difícil: ¿es mejor un geriátrico tradicional o un hogar convivencial?
Aunque a simple vista parecen similares, existen diferencias clave que influyen tanto en la calidad de vida del residente como en la tranquilidad de quienes lo cuidan o acompañan.
Un geriátrico, también conocido como residencia geriátrica o establecimiento de larga estadía, es un espacio diseñado para brindar atención integral a personas mayores que ya no pueden vivir de manera autónoma.
Estos centros están pensados para adultos mayores que presentan:
En general, los servicios que ofrece un geriátrico incluyen:
Cuando un adulto mayor presenta condiciones clínicas complejas o un alto grado de dependencia, esta opción puede ser la más segura.
En esos casos, es importante también conocer cómo se brindan los cuidados de enfermería para el Alzheimer o para el Parkinson, por ejemplo.
Un hogar convivencial —también llamado “hogar para adultos mayores” o “hogar con cuidados mínimos”— es una alternativa pensada para personas mayores con cierto grado de autonomía, pero que ya no desean o no pueden vivir solas por temas de seguridad, compañía o dificultad para manejar tareas del hogar.
Características clave:
A diferencia del geriátrico, el hogar convivencial apuesta por la autonomía, el sentido de comunidad y el respeto por las rutinas y gustos personales. Esto puede favorecer el bienestar emocional y prevenir síntomas como la apatía en el adulto mayor.
Característica
Geriátrico
Hogar convivencial
Nivel de autonomía requerido
Bajo (personas dependientes)
Moderado (personas semiautónomas)
Personal médico y de enfermería
Permanente
Solo supervisión básica o por demanda
Ambiente
Institucional, orientado a la salud
Hogareño, orientado a la convivencia
Flexibilidad en rutinas
Limitada
Mayor libertad y personalización
Actividades recreativas
Opcionales, más pasivas
Estimulantes, grupales y cotidianas
Costos
Suele ser más alto por requerimientos médicos
Varían según el nivel de servicios y ubicación
Perfil del residente ideal
Alta dependencia, enfermedades crónicas
Autonomía media, necesidad de compañía
La elección no debe ser apresurada. Algunos puntos clave a evaluar:
Aunque muchas familias prefieren cuidar en casa, llega un punto en que los riesgos superan las buenas intenciones. Señales que indican la necesidad de evaluar una residencia:
En esos casos, considerar alternativas como un hogar convivencial o un geriátrico no es abandono, sino una decisión responsable. También podés revisar esta guía sobre cuidados del adulto mayor en el hogar para evaluar si aún es viable continuar en casa con asistencia.
Generalmente, los hogares convivenciales tienen costos más bajos porque no incluyen servicios médicos permanentes, pero depende de la ubicación y servicios incluidos.
Sí. En ambos casos las visitas están permitidas, aunque en los geriátricos pueden tener restricciones según protocolos sanitarios.
Debe ser evaluado por profesionales. Si pierde autonomía, podría requerir el traslado a un geriátrico o atención domiciliaria especializada.
Sí. Las residencias geriátricas y hogares convivenciales deben estar habilitados por los ministerios de salud provinciales y cumplir normativas específicas.
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