Deterioro cognitivo

Si cuidas de una persona mayor con deterioro cognitivo, sabes lo difícil que puede ser esta tarea. El deterioro cognitivo es una condición que afecta a muchos adultos mayores y que se caracteriza por una pérdida o disminución de las funciones mentales, como la memoria, el lenguaje, el juicio o el pensamiento. 

El deterioro cognitivo puede ser leve, moderado o severo, y puede afectar a la calidad de vida y la independencia. Por eso, es importante detectarlo a tiempo y buscar ayuda profesional. 

Pero también es importante que tú, como cuidador, recibas el apoyo y la orientación que necesitas para brindar un cuidado adecuado y proteger tu salud física y mental.

En Paz Mental, te ofrecemos un servicio de asesoría, capacitación y acompañamiento para cuidadores de personas mayores con deterioro cognitivo. Nuestro equipo multidisciplinario te brindará una atención personalizada y te dará las herramientas para mejorar el bienestar de tu familiar y el tuyo propio.

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Preguntas Frecuentes 

¿Qué es deterioro cognitivo en el adulto mayor?

El deterioro cognitivo en el adulto mayor se refiere al debilitamiento de las funciones cognitivas de la persona, es decir, la pérdida total o parcial de los procesos mentales que nos permiten llevar a cabo cualquier tarea. 

Este síndrome amerita una evaluación integral para determinar si el paciente cursa con demencia, o algún otro problema que pueda ser resuelto.

¿Cómo se comporta una persona con deterioro cognitivo?

Una persona con deterioro cognitivo puede presentar diversos síntomas, que pueden incluir problemas de memoria, lenguaje, atención o cálculo. 

Los síntomas del deterioro cognitivo pueden ser la causa de los cambios en el pensamiento en los siguientes casos: olvidos más frecuentes, olvidos acudir a citas o a eventos sociales, pierdes el hilo de los pensamientos, dificultad para seguir una conversación, y te resulta difícil tomar decisiones, terminar una tarea o seguir instrucciones.

Tipos de deterioro cognitivo

Existen varios tipos de deterioro cognitivo, que se clasifican en función de la localización de la misma:

1. Deterioro cognitivo leve: Se refiere a una disminución en las habilidades cognitivas, como la memoria, el lenguaje y la capacidad de atención, que no cumple con los criterios diagnósticos de demencia.
2. Deterioro cognitivo medio o demencia leve: En esta etapa, además de la memoria, se ven afectadas otras áreas cerebrales. Esto, a su vez, dificulta la capacidad de desarrollar actividades cotidianas.
3. Deterioro cognitivo notable o demencia moderada: En esta etapa, los síntomas se agravan hasta el punto de que el paciente no es capaz de ocuparse de sí mismo.
4. Deterioro cognitivo severo o demencia grave: En esta etapa, el paciente puede requerir asistencia constante para realizar actividades básicas de la vida diaria.

Cómo evitar el deterioro cognitivo en el adulto mayor

Para prevenir o retrasar el deterioro cognitivo en el adulto mayor, es importante adoptar un estilo de vida saludable. 

Esto implica mantener una dieta equilibrada y rica en nutrientes, realizar ejercicio físico regularmente, mantener una vida social activa, estimular el cerebro a través de actividades cognitivas como puzzles o juegos mentales, además de controlar los factores de riesgo como la presión arterial elevada y la diabetes.

Deterioro cognitivo leve y depresión

La tristeza y la falta de motivación características de la depresión pueden interferir con la capacidad de prestar atención y recordar información, lo que a su vez puede contribuir al deterioro cognitivo. 

Se encontró que existe una asociación entre la depresión y la enfermedad de Alzheimer, pero propiamente como un factor de riesgo, mas no como un predictor o marcador clínico del desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.

Escala del deterioro cognitivo en el adulto mayor

La escala más utilizada hoy es el “Índice de Barthel”. Con él valoramos la funcionalidad de nuestro paciente en las actividades básicas de la vida diaria (ABVD). 

Pero una escala no debe sustituir al juicio y la evaluación clínica. Las pruebas rápidas para el cribado del deterioro cognitivo son el Cuestionario de Pfeiffer y el Test de Isaac. Pero para valorar más profundamente la función cognitiva, se emplea el Miniexamen Cognoscitivo de Lobo (MEC), también conocido por Mini-mental Test.