La hinchazón de pies en la tercera edad puede parecer un mal menor, pero cuando se vuelve constante o se acompaña de otros síntomas, podría estar advirtiendo sobre algo más serio.
Aunque muchas veces se relaciona con el cansancio o el calor, este tipo de edema también puede ser un reflejo de problemas circulatorios, renales o incluso cardíacos.
Saber cuándo preocuparse, cómo aliviar la molestia y qué cuidados aplicar en casa es clave para mejorar la calidad de vida del adulto mayor.
La hinchazón de pies o edema periférico es la acumulación de líquidos en los tejidos blandos, especialmente en tobillos, pies y a veces piernas. En adultos mayores, es un síntoma común que puede tener causas leves —como estar mucho tiempo sentado— o causas más graves relacionadas con el sistema circulatorio o linfático.
El envejecimiento por sí solo no es responsable del edema, pero sí aumenta la probabilidad de padecer condiciones que lo provocan, como la insuficiencia venosa, la hipertensión, la inmovilidad o el uso prolongado de ciertos medicamentos.
No todos los edemas son iguales. Existen distintos tipos:
Para identificar un edema problemático, se recomienda observar si:
El edema puede ser resultado de múltiples factores, a veces coexistentes:
Cuando se combinan con problemas de movilidad, los cuidados del adulto mayor en el hogar deben adaptarse para prevenir caídas y lesiones asociadas al edema.
Aunque muchas veces es una molestia pasajera, hay señales que indican que la hinchazón podría ser síntoma de una enfermedad más grave:
Ante cualquiera de estos signos, se debe acudir al médico de inmediato. Si hay sospecha de trastorno cardiovascular, conviene revisar el enfoque de tratamiento del ictus, ya que comparten varios factores de riesgo.
Estas acciones pueden ayudar a reducir el edema leve y mejorar el confort:
Pueden indicarse medias de compresión, pero estas deben ser recetadas y adaptadas por un profesional de la salud.
El tratamiento médico dependerá de la causa:
Si el edema genera frustración, irritabilidad o bajo estado de ánimo, es importante abordar también el aspecto emocional mediante estrategias de cuidado afectivo en la vejez, que humanizan la atención y mejoran el vínculo familiar.
El rechazo al tratamiento es frecuente cuando el síntoma no duele. Aquí algunas sugerencias:
En estos casos, el rol del cuidador es fundamental, pero también puede generar desgaste. Identificar signos del síndrome del cuidador es clave para prevenir el agotamiento físico y emocional.
Puede ser normal si ha estado mucho tiempo de pie o sentado, pero si ocurre a diario o con dolor, debe evaluarse.
Frutas y vegetales con alto contenido de agua (pepino, piña, sandía), legumbres, y alimentos bajos en sodio.
Sí, el exceso de peso puede agravar los problemas de circulación y linfáticos.
Sí, si es leve y ocasional. Pero si persiste o empeora, requiere diagnóstico médico.
El médico general puede ser el primer contacto. Luego puede derivar a un cardiólogo, nefrólogo, geriatra o vascular.
Somos especialistas en el cuidado de adultos mayores en el hogar.
Nuestro equipo se enfoca en atender totalmente las necesidades de tu ser querido.
Trabaja con nosotros
Si quieres formar parte de nuestro equipo de trabajo, mándanos tu curriculum a info@pazmental.mx o bien dirígete a nuestra bolsa de trabajo.